sábado, septiembre 30, 2006

RESPONDIENDOLE A LA VIDA


.RESPONDIENDOLE A LA VIDA

Que difícil es sacarle una respuesta a la vida cuando la pregunta empieza con un ¿por qué?
¿Por qué a mí? ¿Por qué a el? ¿Por qué a ella? ¿Por qué a nosotros?...

De acuerdo al conjunto de circunstancias que determinan nuestras acciones, nuestras decisiones solo alcanzan para responder, no así para preguntar. Ya que es obvio que es muy poco probable que uno pueda elegir las cosas que le pasan, más bien es una cuestión de respuesta, ya que lo único que puedo elegir es qué hacer frente a lo que me pasa. Y aun así esta es una visión optimista, poco consecuente con lo que a la vida le proponemos, ya que la vida no nos propone nada, solo nace con nosotros, y es nuestro deber responsabilizarnos por ella. Es por eso que a la vida no se puede preguntarle, ni pedirle absolutamente nada, porque es nuestra y de todos, no nos pertenece, estamos en ella y la generamos día a día. Somos vida.
Esto no es filosofía, es sentido común, nos cuesta admitir que las cosas solo suceden. Creo en la causalidad y en la casualidad, pero no en estado puro, están siempre íntimamente combinadas, son las caras de una misma moneda a la que llamamos vida, la cual nos demuestra día a día que a pesar de ciencias y tecnologías aun nos puede sorprender con su espontaneidad: con cosas muy buenas o muy malas.
Cuando son buenas, nos es cómodo, somos absolutamente culpables de semejante fortuna, no nos quejamos, nos hacemos cargo y nos las aguantamos y ni siquiera acusamos a la vida de semejante actitud, porque solo en las cosas buenas solemos ser respuesta y no pregunta (y solo al último ?le agradecemos a Dios?).
Es muy diferente cuando las cosas son malas (Dios es lo primero), es incomodo, siempre hay un culpable afuera, no nos gusta responsabilizarnos, ya no respondemos, solo preguntamos: ¿Por qué a mi me tiene que pasar esto? ¿Por qué a el?, etc. Nos enojamos con la vida, por ende, en realidad me enojo conmigo, solo me queda la angustia y el sufrimiento, quien día a día me hace mas egoísta, me olvido de la vida y solo me dedico a sufrir. No entendemos que las cosas a veces solo suceden sin un por qué.
Esta habilidad de desconcertarnos frente aquello que no esperamos, es como olvidarnos el nombre de nuestro propio hijo, aquel al que llamamos sufrimiento y del cual comen sentimientos como el rencor, la ira, la irresponsabilidad moral, lo infame y muchos más. Lo verdaderamente hermoso es:
La vida y el sufrimiento a veces hacen un dúo nocivo a mí entender, ya que vincula el vivir con el sufrir sumiéndose en la queja, en la congoja y en la búsqueda de culpables. Pero también puede ser nutritivo siempre que no se vea la vida como un sufrimiento y si reconocerlo únicamente, como una parte de la vida, como aquel opuesto que nos haga valorarla aun más por todo aquello que posee, y no por lo que le falte.
Lo mas hermoso de la vida es poder reconocerla en todos sus matices, en sus sube y baja, y saber que existe desde el momento que existo, que no debo pedirle nada pero en cambio darle todo, porque es mia, es tuya y nuestra. Entonces, si mi vida compromete la tuya, debo responsabilizarme por ella y entregarle lo mejor de mí. Porque la vida nunca te dará soluciones, solo oportunidades, posibilidades y elecciones. Cuando te des cuenta ya no habrá un ¿por qué? que genere aquel vacío al que le llamamos destino como respuesta. Habra una vida llena de posibilidades: tu vida, aquella que no necesita preguntarse nada para saber que las cosas, sean buenas o malas, a veces solo suceden sin tener un por qué.

La vida no da respuestas, le respondemos a ella; tampoco hace preguntas, para qué, si somos su única respuesta. Somos vida. Amémosla.
Jorge A. Avirovic Ojopi

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miércoles, septiembre 27, 2006

ABRIENDO LOS OJOS


ABRIENDO LOS OJOS: Magia


Pienso que lo más mágico de la vida son los sueños, y digo mágico porque son una extraña verdad constituida en parte por fantasías y en parte por cosas reales. Es por eso que si jugamos a ser filósofos un momento, nos demos cuenta o no, la vida es un sueño y los sueños a veces son nuestra vida, y que si nos ponemos de acuerdo en esto, a veces también constituyen nuestro motivo de vivir, fundamentando nuestras esperanzas.
Particularmente creo, que esta incertidumbre que ocupa la cabeza de muchos para distinguir qué es fantasía y qué es realidad, es una perdida de tiempo, ya que una u otra son parte de una misma verdad: nuestra existencia.
Frente a esta moción quedan dos salidas: atormentarnos con la desdicha que deviene con la incertidumbre de no saber que es real o ficticio, o simplemente creer en la magia.
Entiendase por magia la simple belleza de una flor que se define por si misma, el llanto de un bebe que deviene al dar la primera bocanada de aire a la vida que lo recibe, la simple sonrisa que acompaña a una lagrima en nombre del amor o el simple abrazo que resucita el alma cuando pensaste que te quedabas solo en el mundo. Milagros de la vida que se definen por si mismo, cotidianos, banales, sutiles, que al hacernos conciente de ellos, caemos en el placer de una fantástica realidad, en la cual no sabemos quizás la mayoría de las veces si estamos despierto o dormidos (experiencias que forman nuestros recuerdos inolvidables).
Tristemente a veces vamos por la vida manteniendo distancia de aquellas cosas que tememos amar, para que de algún modo, cuando se vayan no las extrañemos. Pero mas triste es el resultado: después que se van se extraña el doble y se suma el sabor amargo de no haber amado lo suficiente, mas la terrible carencia de no haber disfrutado de un momento mágico, ya sea doloroso o placentero, solo por miedo.
El miedo nos aferra tanto a la soledad y al egoísmo, que no somos conciente de cuanto nuestra existencia involucra la del otro y perdemos nuestra sensibilidad, nos sumergimos en las cosas más que en nosotros mismos, privilegiamos el tener y no el ser, ya ni siquiera nos sorprendemos: o acaso se preguntan alguna vez ¿Cómo el control remoto prende la televisión? ¿Como hablo a miles de kilómetros y ni siquiera hay un cable? ¿Que tipo de energía hace que suceda todo esto? Aparentemente son preguntas tontas, ni siquiera nos las hacemos, internamente pensamos que la respuesta es obvia, o es tan común que no nos importa, eso si, aceptamos que es posible porque aunque no sepamos las respuestas, prendemos el tele o hablamos por teléfono.
Nosotros somos magos dormidos, con un inmenso poder para cambiar lo que queramos del mundo, ya que todos somos uno y la misma cosa: energía. Y la parte más importante del mundo que uno puede cambiar, por lo menos, es uno mismo, nuestra actitud, nuestros valores, ser concientes, reaprender a amar y ver como afectamos a los demás simplemente con nuestro estado de ánimo. Comprender que sin el otro, no existo.
Perder el miedo, darnos cuenta, sorprendernos, tener fe, hacer magia.

Si no crees. . ., simplemente ama y serás un mago a pesar de ti.
Jorge A. Avirovic Ojopi

COMPLICES (poesia)


COMPLICES (Para Magu con cariño)

Me gustaría cerrar los ojos
y dejar de encontrarte
a menos que este en busca
de un triste recuerdo.


Mirarte a los ojos y no odiarte
por lo mucho que te amé.
Fingir que solo fuiste un momento
en la fantasía de una eternidad
que se convirtió en nostalgia
cuando deje de soñar.

Me hacen falta las lágrimas
para dejarte partir,
sin tener consuelo,
un miserable pésame,
mi peor condena es saber que estas vivo,
pero muerto para mi.

De la colección de recuerdos que poseo,
eres cómplice de todas las veces que llore.
Y llore todas las veces.
Así era tu beldad.
Unas veces llore de alegría
otras, de felicidad.


He dejado mi alma
dormida sobre el suelo
y a su lado en vigilia mi corazón.
Quiero estar sola, estar lejos, no estar
Y una sonrisa se acuerda de ti
¿Cómo se que es de ti?
Una lagrima la acompaña.

Ya no siento, ya no amo, aun recuerdo.
Mentira, siento, aun te amo.

Libertad:
cárcel sin paredes
a la que me condenaste,
al privarme de la enfermedad de tu existencia,
neurosis que me enseño:
que el amor no se acaba,
se cansan los amantes.

Y aunque libre del dolor que me causaste,
duele másel vació que dejo.

Me privaste?
Me prive?
Nos privamos?
No hay culpables en este amor?

Solo cómplices.

Jorge A. Avirovic Ojopi

martes, septiembre 26, 2006

ESTADO DE ANIMO



ESTADO DE ANIMO: Pensar La Vida

Trato de mirar de vez en cuando la vida de lejos, y cada vez que lo hago me dan ganas de llorar, unas veces es de tristeza y otras de felicidad. Me he dado cuenta y me hizo mal. Es difícil ser protagonista en un mundo de marionetas en donde nadie enseña nada todos quieren adoctrinar. Un mundo donde algunos pocos viven, los que tienen suerte sobreviven y los miserables son domesticados.
Aparentemente el panorama es un desastre, algunos dicen que inevitable con un aire de indiferencia, otros dicen que es reversible con ínfulas de revolución y hay quienes no dicen nada, no porque no tengan nada que decir, sino porque están muertos de resignación.
Aparentemente las buenas ideas están escondidas, mas bien disfrazadas, llenas de ideologías, pero siguen ahí a la espera de ser generadas o descubiertas.
Los libros (con obvias excepciones) son portales mágicos hacia el mundo de las ideas, no así de las verdades, es por eso que lo triste es que te enseñan a leer pero no a cómo reflexionar, y eso evita que podamos distinguir entre la libertad y la esclavitud intelectual.
Aun así he sido feliz, porque la libertad no se encuentra solo en los libros, sino en la experiencia, y la experiencia no solo son vivencias, sino la reflexión de estas, que es materia prima de las libertades humanas.
Es sorprendente descubrir la sabiduría que hay en las calles y es muy triste comprender luego la ignorancia que la acompaña. Pero siempre hay una luz, un niño que ríe, una madre que sonríe, un padre protector y un abuelo narrador. Insignias de amor.
Hay quienes dicen que lo último que se pierde es la esperanza, mas yo digo que es lo penúltimo; lo último es la vida?

Se preguntaran por qué he de empezar esta columna con un aire de pesimismo tan marcado, la respuesta es muy simple: solo podré disfrutar, apreciar y valorar la luz en contraste con la oscuridad. Y poder decir y reconocer ciertos detalles perversos de nuestra existencia cotidiana, es algo útil para ir recorriendo el camino hacia el despertar de las cosas posibles, para así abrir los ojos hacia la reflexión. Ya que estas líneas no pretenden enseñar nada solo descubrir lo que siempre hemos sido: SERES HUMANOS.
Jorge A. Avirovic Ojopi